A nuestro entender, esta situación tiene como uno de sus principales orígenes el accionar carente de validez, rigurosidad y metodología científica llevada a cabo por algunos autodenominados referentes sociales ante diversos hechos de público conocimiento en asuntos relacionados con aspectos ambientales que impactan en la toma de decisiones de iniciativas privadas.
Defendemos el derecho a manifestar y expresar libremente ideas y opiniones, siempre que éstas se ejerzan dentro de un marco de respeto a la ley y con estricto asidero científico, dejando de lado actitudes que se prestan para la confusión y mala interpretación.
Necesitamos, como sociedad, generar un clima de aliento a la actividad privada, evitando la confrontación que afecta seriamente a la producción, así como también la percepción de una Córdoba confiable que sea atractiva para la localización de proyectos de inversión, aspecto básico para la generación de más y mejores empleos.
La dificultad del momento que nos toca exige diálogo, grandeza, tolerancia, desprendimiento, abandonar posiciones extremas, para finalmente acordar posturas que nos permitan aprovechar nuestras potencialidades y avanzar en el camino de un adecuado y sostenido equilibrio económico, social y ambiental, pieza fundamental e imprescindible para construir entre todos el desarrollo de nuestra provincia, de la región y del país.
Córdoba, 2 de septiembre de 2015