Córdoba, 02 de octubre de 2018
Es sabido que, cuando los tiempos son difíciles, reina el desconcierto y cuesta mucho avizorar un horizonte común, un punto de convergencia hacia el futuro. La actual crisis de nuestro país nos preocupa de igual manera a todos. Pero también nos convoca la necesidad imperiosa de lograr un conjunto de certidumbres que nos permita retomar un ritmo normal, predecible, sustentable.
Si bien todavía puede resultar prematuro predecir cuáles serán las consecuencias de la actual coyuntura, sí creemos necesario señalar algunos ejes de reflexión que nos interesan como actores del sector productivo y también como ciudadanos interesados en un provenir conjunto. Son estos los momentos que nos llaman a volver a poner blanco sobre negro los debates de fondo, para no perderlos de vista aún en medio del desconcierto.
¿Cómo llegamos hasta aquí? Ya no quedan dudas de que la crisis que vivimos es producto de no haber comprendido, en décadas, que no podemos endeudarnos más allá del nivel que nuestra verdadera capacidad productiva nos permite. El ajuste para reducir el déficit (fiscal y comercial) es el costo a pagar por no haber sido
sustentables en años anteriores y no haber sopesado a tiempo que siempre, de algún bolsillo, salen los recursos para pagar lo que malgastamos.
¿Qué es prioritario ahora? Entre cientos de urgencias, tal vez la más acuciante sea la lucha contra la pobreza y, entre sus agravantes económico, la inflación. Esta última, por ser de todos el ajuste más injusto: no repara a quiénes se aplica y afecta en particular a los más desprotegidos. También distorsiona la economía y castiga
por igual a los sectores eficientes e ineficientes.
¿Qué necesitan las empresas? Convencidos de que la trama productiva de nuestro país es y será la protagonista de la recuperación de nuestra economía, es necesario proteger a las empresas, sobre todo las PYMES que representan el 90% de las empresas en nuestra provincia y más del 60% de fuentes genuinas de empleo. Por eso pedimos, en esta coyuntura, una red de contención para las PyMES, lo que significa resguardar el empleo y la actividad económica genuina. Entre otros temas, debe resolverse de inmediato el problema de las altísimas tasas de interés que dificultan y hasta llegan a paralizar la actividad.
¿Qué exigimos a los Estados? En todos los niveles -nacional, provincial y municipal- exigimos que allí también se lleven adelante los ajustes que todos proclamamos. Los privados hacemos nuestro propio ajuste porque es la única manera de sobrevivir y prosperar. Los ciudadanos porque no tienen más opción. Es
hora de que los Estados realmente eliminen sus históricas ineficiencias, entre ellas, la del exceso de gastos de la política. Y también lo solicitamos a todos aquellos sectores que gozan de prerrogativas: administradores públicos, funcionarios judiciales, legisladores, jubilados de privilegio, etcétera. Ellos también deben
contribuir con la reducción del déficit.
¿Cómo dirigirnos hacia el futuro? De la crisis, creemos, se sale con el esfuerzo y la colaboración de todos los sectores. Y también con reglas claras, con verdadero espíritu de consenso y sin mezquindades. Nuestra próxima prueba institucional será, sin dudas, el debate del presupuesto 2019. Pedimos a quienes tienen la responsabilidad política de llevar adelante esta discusión que dejen de lado cualquier tipo de interés que no sea el de un genuino esfuerzo por reconducirnos a un horizonte común.
Sobre el G6
El Grupo de Entidades Empresarias de Córdoba (G6) está integrado por la Bolsa de Comercio de Córdoba, la
Cámara de Comercio de Córdoba, la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba, la Cámara Argentina de la
Construcción – Delegación Córdoba, la Federación Comercial de Córdoba y la Unión Industrial de Córdoba. Se
propone generar un espacio de diálogo y debate franco de ideas y propuestas para contribuir al desarrollo
institucional, económico y social a nivel provincial, regional y nacional.